Si algo tienen de malo los discos de Ramón Rodríguez (Barcelona, 1976) es que el tiempo se pasa muy deprisa escuchándolos. O eso, o que son demasiado cortos. La suerte, por contra, es que este prolífico artista lleva once álbumes publicados en la última década; así que uno tiene dónde elegir. Vamos, que el bueno de Ramón no ha perdido el tiempo. Su último trabajo musical bajo el formato The New Raemon -mucho más que un nombre artístico- es también su debut en el sello Marxophone y responde al apocalíptico y premonitorio título de Tinieblas, por fin. Nueve canciones en las que una vez más las relaciones personales cobran un especial protagonismo en lo compositivo y que en lo musical fue grabado en los estudios Ultramarinos Costa Brava (Víctor y Santi García). Destaca la emocionante inclusión de arreglos de cuerdas y metales en buena parte de los temas, algo que los dota de un empaque que hace de este disco no sólo una muesca más en el traste de la guitarra de Rodríguez, sino una clara intención de enriquecer el contundente sonido que ya se atisbaba -sobre todo en directo- en su anterior álbum, Libre asociación.
Y si bien aquel resultó ser un disco oscuro e introspectivo, éste posee una atmósfera cinematográfica que lo recorre desde sus primeros acordes hasta sus estertores. Desde su cabreo diario con lo que lee en la prensa y escucha en la radio (la tele sólo la utiliza para ver películas) a su preocupación por el futuro. Quizá no sólo el suyo, sino también el de los suyos. Resulta incómodo que todo aquello que hace casi un año le movió a componer este trabajo, a ratos también impregnado del espíritu ‘indignado’, siga estando de absoluta actualidad. Más allá de las posibles moralinas, creo que un autor escribe sobre lo que sucede en su vida, en su día a día. Escribir para recordar. Para no olvidar. Pero también para denunciar las patrañas, las máscaras de un sempiterno carnaval sin gracia, la forzosa nece(si)dad de mantener la cabeza vacía, de enamorarse, rodar por la ladera, de prestar atención, de perdonar, o de no hacerlo, desnudarse, electrizarse, asumir que a uno le den la espalda y, en último término, despedirse de su pasado. Cada canción lleva imágenes adheridas a su letra y música. Uno es capaz de ver a la vez que escucha, una tónica en las composiciones del catalán que -irónicamente- se acentúa cuando escribe en castellano. Sus recuerdos, sus anhelos, sus miedos, sus fobias, sus héroes y heroínas, el futuro… Una suerte de tocar fondo para ascender a la luz. Un trasiego interior para comprenderse, tomar aire y entender lo que le rodea. Para explicarse a través de la música.
Todo esto se encuentra hábilmente diseminado por las nueve canciones que componen este disco con atmósfera de serie B. Desde la perfecta intro de Galatea pasando por la contundencia de Tinieblas, por fin, la exquisita instrumentación de Casa abandonada, una canción idónea como arranque de conciertos, y, como no, en Marathon Man, epítome del virtuosismo de los músicos que lo acompañan. Un trabajo en el que Ramón es más Rodríguez que nunca. O viceversa. ¡Quién sabe! Puede que hasta se esté planteando afeitarse la barba…
Lo que Ramón aceptó sin pensárselo dos veces fue responder a nuestro test cinéfago. Aquí, sus respuestas:
Ramón Rodríguez: «Me hago mayor y me duermo incluso con las buenas películas»
1.- ¿Critters o Gremlins?
Gremlins es mejor.
2.- Kelly LeBrock siempre será para mí…
El origen de alguna protuberancia precoz.
3.- Parejas imposibles: Christian Slater–Marisa Tomei, Ramón Rodríguez-…
4.- ¿Con qué dos amigos pasarías tu Ferris Bueller’s Day Off particular?
Ángel Fernández y Dímas Rodríguez.
5.- Wes Craven te pide ayuda para un reboot de la franquicia Pesadilla en Elm St. ¿Quién muere primero?
La mejor amiga de la protagonista, se le ven las tetas antes.
6.- ¿Quién era Bib Fortuna?
Un lameculos de Jabba the Hut.
7.- ¿Conociste a alguien que tuviera un Vídeo 2000?
A mi padre. De hecho, lo conserva en perfecto estado, también un Betamax.
8.- Por algún motivo, la portada de ‘Tinieblas, por fin’ me recuerda al cartel de aquella peli apocalíptica, ‘El día después’. Elige, ¿zombie o mutación nuclear?
Muerte por kiki.
9.- De niño veías pelis de serie B (y Z) para no dormir, ¿con cuáles te quedas dormido ahora?
Me hago mayor y me duermo incluso con las buenas.
10.- ¿Qué aprendiste mientras leías ‘Maus’, de Art Spiegelman?
Que también existen ratones con muy malas intenciones.
11.- ¿Sabías que Troma ha subido a Youtube parte de su catálogo? Elige una de sus ‘pelis basura’.
Toxic Avenger es mi favorita, pura nostalgia.
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