Tres años han pasado desde la publicación de su último disco y, pese a no haber parado en todo este tiempo, Zahara (Úbeda, Jaén, 1983) se embarca en una gira ‘despedida’ que lleva por nombre ‘El deshielo’ y que resume diez años de carrera justo antes de entrar en el estudio y grabar el que será su tercer álbum. Para ello, la cantautora andaluza recorrerá siete ciudades interpretando temas de su EP del año 2005, ‘Día 913’, así como de sus dos LP: ‘La fabulosa historia de…’ (2009) y ‘La pareja tóxica’ (2011). Las canciones que sonarán en estos conciertos han sido elegidas por el público en unas votaciones a través de las redes sociales y para interpretarlas, la ubetense se acompañará de una superbanda compuesta por Martí Perarnau (guitarra), Miguel de Lucas (bajo) y Víctor Cabezuelo (teclados), todos ellos integrantes de Mucho, y por Ramiro Nieto, batería de The Right Ons. Las actuaciones contendrán tres formatos: banda, trío y acústico y en ellas se desvelarán algunas de las composiciones que conformarán el nuevo trabajo que Zahara espera publicar a lo largo de 2015.
Zahara: «Mis canciones me han servido de catarsis para superar ciertos momentos oscuros y turbios de mi vida».
Con la gira ‘El deshielo’ despide una etapa y se centra en la siguiente, según usted misma reconoce. ¿Qué vendrá después de los conciertos previstos para noviembre?
Estos conciertos pretenden ser un punto y aparte, una manera de terminar la gira pasada recordando los formatos y canciones que he tocado hasta ahora y, una vez acabe, mi intención es centrarme en el siguiente disco. He estado trabajando mucho en las canciones, pero lo que llega ahora requiere mi total dedicación y entrega.
¿Existe la posibilidad de ampliar fechas y prolongar la gira?
En principio, no se ampliará esta gira, sino que las posibilidades de volverme a ver en un escenario llegarán con el nuevo disco.
Desde hace 6 o 7 años (o quizá más) se ha mostrado muy activa en redes sociales. Para esta gira ha pedido la colaboración del público a la hora de elegir el repertorio. ¿Cómo ha sido la respuesta?
Desde que me abrí un perfil en Myspace he estado siempre en contacto con mis seguidores. Me parece una herramienta maravillosa que nos acerca los unos a los otros y nos permite tener un feedback continuo y real sobre lo que hacemos. Les pedí qué canciones querían y, la verdad es que la respuesta fue abrumadora. Más de 600 votaciones por disco y gente con opiniones muy distintas. Te permite ver de cerca qué les gusta y me ha encantado comprobar cómo tenemos gustos parecidos.
¿Es imprescindible para un artista hoy en día estar en contacto directo con el público a través de redes sociales?
Sí, sigo en las redes sociales porque son útiles, pero sobre todo, porque me gustan y disfruto con ellas. Para una artista como yo, son fundamentales.
¿Cuántas veces se ha reinventado Zahara Gordillo Campos?
Llevo muchos años en esto y si no lo hiciera, no tendría valor de subir al escenario. Creo que hay que evolucionar y así lo hago. Lo importante es mantener la esencia, nunca perder de vista quién es uno mismo y aprender de estilos distintos y tener tantos referentes como se pueda.
Durante el último año y medio se ha dedicado a correr (mucho) y también al mundo de la interpretación, ‘Frenchy’ lo más reciente. ¿Qué es más probable en un futuro cercano, ver a Zahara en la maratón de Nueva York o como actriz en una película?
(Risas) Pues me encantarían las dos, pero quizá dentro de mucho tiempo. La maratón de Nueva York me la planteo para cuando tenga 42 años. Como una especie de ‘premio’ por seguir corriendo después de tanto tiempo. Y, bueno, el mundo de la interpretación me queda grande, literalmente. ‘French’y fue una obra de microteatro, muy divertida, donde he estado muy cómoda y he aprendido mucho, pero creo que una película es algo que, aunque me haga mucha ilusión, está fuera de mi alcance. Quién sabe si en unos años.
¿Habrá más incursiones en el mundo de la literatura tras ‘Semaforismos y garabatonías’? ¿Cómo surgió la colaboración con la ilustradora Rebeca Khamlichi?
Rebeca y yo somos amigas desde hace mucho y las dos admiramos mucho el trabajo de la otra. Ya hicimos juntas un proyecto que era ‘Ilustraiciones’: frases de canciones mías interpretadas artísticamente por ella. Queríamos hacer algo más, así que cuando la editorial Lapsus Calami me propuso editar ‘Semaforismos…’ pensamos que hacerlo con Rebeca sería ideal. Me ha encantado la experiencia, y sí, me gustaría mucho publicar un poemario, pero más adelante. Ahora toca centrarse en el próximo disco.
Usted misma ha reconocido que tanto el cine como las series de televisión le han servido como fuente de inspiración a la hora de componer. Sin embargo, muchas de sus canciones, tanto por la letra como por tu forma de interpretarlas, parecen más una forma de exorcizar sus demonios e incluso rendir cuentas con el pasado. ¿Es así? De serlo, ¿cuánto de vértigo hay a la hora de subirse a un escenario y saber que en un momento dado puede llegar a mostrar más de lo que usted querría?
Es complicado y cierto lo que planteas. Mis canciones me han servido de catarsis para superar ciertos momentos oscuros y turbios de mi vida. Cuando compones no hay censura, dejas que las emociones fluyan y cojan forma y cuando la canción está hecha, simplemente la canto y me libero. Nunca pienso en qué pensarán ahora que saben eso de mí. No creo que haya sentido algo que alguien no haya sentido antes. La rabia, la furia, el desconsuelo están en todos nosotros y eso hace que no sea vergonzoso, sino tranquilizador, ver cómo una canción como ‘Camino a L.A.’ empatiza con la gente en lugar de alejarla.
La descubrimos en un caluroso concierto allá por junio de 2008 en el Café Teatro, de Valladolid. Un lugar al que ha vuelto incluso como invitada sorpresa en el aniversario del colectivo Cuadrilátero Cultural. ¿Cómo describiría su relación con la ciudad y con el público pucelano? Sorprende que no aparezca Valladolid entre las ciudades de la gira ‘El deshielo’.
Valladolid fue una de las ciudades que me hizo asentarme como cantautora. Cuando daba conciertos por aquella época nunca sabía qué me iba a encontrar y recuerdo perfectamente ese concierto increíble en el Café Teatro con ese calor que nos derretía, emotivo y cercano. Siempre que he tenido la oportunidad de volver a una ciudad que me ha tratado bien lo he hecho. Para esta gira los motivos que nos han llevado a elegir unas ciudades y no otras han sido logísticos. Había unas fechas concretas y unas condiciones que tenían que darse y, por desgracia, Valladolid, como muchas otras ciudades que me encantan, se han quedado fuera. Por supuesto, con la gira del disco nuevo, volveré por allí, ya lo dije una vez, al lugar donde has sido feliz sí que hay que volver.
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