Cada año vamos ampliando las categorías y también nuestros gustos. ¿De eso se trata, no? Nunca he sido muy amigo de esto de las listas de los mejor de…, lo sabéis, pero de alguna forma hay que resumir todo lo que nos ha dado de sí el año. 365 días con sus respectivas noches para escuchar música, ver películas, series, obras de teatro, conciertos, leer libros, cómics… En fin, hemos podido con 2014 como pudimos con los anteriores. Seguimos sumando proyectos a ese gran paraguas de la comunicación que quiero que sea La Vitamina C. Un proyecto que ha cumplido su primer año y ya ha alumbrado varios trabajos que nos han reportado algún que otro premio, pero -lo más importante-, que nos han permitido seguir creciendo en lo personal y en lo profesional. Disfrutar de nuestro trabajo, ampliar contactos, puntos de vista. En definitiva: aprender. Éste es nuestro repaso del año. Pero también es nuestra forma de explicarnos a nosotros mismos. De reconocernos cuando, dentro de un tiempo, echemos la vista atrás. Feliz futuro. Ojalá queráis seguir compartiéndolo con nosotros.
Música
The War On Drugs y su segundo álbum ‘Lost In The Dream’ es para nosotros el mejor disco internacional del año 2014. Un trabajo cuya frescura sigue intacta nueve meses después de haberse publicado y que factura varios cortes imprescindibles como Under The Pressure, Red Eyes e In Reverse que hacen de él nuestro favorito. Seguido, eso sí, muy de cerca por ‘Benji’, primer disco publicado por el prolífico Mark Kozelek y su banda Sun Kil Moon en este año; ya que antes de terminar 2014, Kozelek ha alumbrado otros dos trabajos: ‘Sings Christmas Carols’, en solitario, y el EP ‘Third And Seneca’, de nuevo como Sun Kil Moon. Sin entrar en polémicas entre ambas formaciones, los amantes de la buena música sólo podemos estar de enhorabuena por haber podido disfrutar de tanto y tan variado talento. Del mismo modo que lo estamos gracias a trabajos como el álbum homónimo de St. Vincent, el alter ego musical de Annie Clark. Once canciones que suponen la confirmación de la cantautora norteamericana como el exponente más interesante de su generación en la exploración de nuevos sonidos para la música independiente del siglo XXI. En el apartado nacional, los valencianos Modelo de respuesta polar y su segundo LP ‘El cariño’ son nuestros elegidos como mejor disco del año, seguidos por Jero Romero y ‘La grieta’. El amplio palmarés de gustos y preferencias (este año hemos recurrido a los scrobblings para confeccionar el listado) lo completan (entre otros) Ólafur Arnalds, Yann Tiersen, Tom The Lion, Ben Howard, Ani DiFranco, Damon Albarn, Angel Olsen, Sharon Van Etten, Tweedy, Ricardo Vicente, Vetusta Morla, Beck, Real Estate, Neneh Cherry, A Sunny Day In Glasgow, Alt-J, Allo Darlin’, Oh! Pears, The Free Fall Band, Pau Vallvé… Aunque para no hacer eterna esta lista nos centraremos en el apartado de nuevos talentos, a la hora de completar este nutrido palmarés musical del año. estro triplete está formado por Mourn, ELE y Villanueva. Tres estilos completamente diferentes; artistas con personalidades lo suficientemente apabullantes y las ideas muy claras (en lo artístico y en lo personal) como para seguir dando mucho que decir durante los próximos años.
Cine
En el apartado cinematográfico, Boyhood se erige como la gran triunfadora del año. La arriesgada apuesta de Richard Linklater se impone en nuestro palmarés internacional, mientras que el nacional lo lidera La isla mínima, el thriller de Alberto Rodríguez. Una lista que completan (sin ningún orden en particular) cintas como Gran Hotel Budapest, Dos días, una noche, Whiplash, Snowpiercer, Interstellar, Under The Skin, Nightcrawler, 10.000 Km. La LEGOpelícula, El viento se levanta, Perdida, Jodorowskis’s Dune, Life Itself, 20.000 días en la Tierra, Locke, Magical Girl, Relatos Salvajes, Sólo los amantes sobreviven. Un apartado que cierran dos cintas ‘menores’ como Begin Again y Al filo del mañana, que por su originalidad se cuelan entre nuestras favoritas. Un listado en el que a buen seguro deberemos incluir alguna de las películas que también se han estrenado a lo largo del año fuera de nuestras fronteras, pero aún no hemos podido ver: Mr. Turner, Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia), A Most Violent Year, The Theory Of Everything, The Imitation Game, Big Eyes, Fox Catcher, Puro Vicio… Y dejamos para el final los mayores bluffs del año. Un cuestionable honor que en esta ocasión le corresponde a Kevin Smith con Tusk, en el apartado internacional y a Nacho Vigalondo, con Open Windows, en el ¿nacional?
Series
No hemos tenido tanto tiempo para ver todas las series que nos gustaría (porque es verdad que las vemos y que la calidad de la mayoría supera muchas veces a la de algunos estrenos cinematográficos), pero aquí va un breve repaso a lo que más nos ha gustado dentro de lo poco que hemos visto. La segunda temporada de Orange Is The New Black confirma que cuando se produce esa tan difícil conexión entre el público y los personajes el éxito está garantizado. Algo que no pudo lograr, pese a su innegable calidad, una de las grandes apuestas para esta temporada de la cadena HBO, The Leftovers. Deliberadamente mesiánica y postapocalíptica, The Leftovers se ha revelado en el final de su primera temporada como todo aquello que los más precipitados le negaron tras la emisión del episodio piloto. El pan y la sal, el verbo hecho carne. Juguemos con los símiles ad nauseam y nos quedaremos cortos. Pero, ¡oh sorpresa!, llegó la season finale y las críticas se tornaron alabanzas. El desencuentro con el público también parece estar detrás del precipitado punto y final de The Newsroom -menudo añito para HBO, ¿eh?- que se ha visto obligada a decir adiós en su tercera temporada. Curioso que las audiencias hayan sido mucho mejores en esta mini-temporada de lo que lo fueron en la segunda. La cuarta de Homeland nos está sirviendo para confirmar nuestros mayores temores: no dejes que uno de tus actores protagonistas se convierta en productor ejecutivo. True Detective fue, sin duda, el producto más inquietante y de mejor factura del año. Guiones inteligentes, realización esmerada e interpretaciones rayando lo soberbio, pero -siempre hay un pero- esos incomprensibles cinco últimos minutos de la season finale nos dejaron con un agridulce sabor de boca que puede empeorar con la consabida inclusión en la segunda temporada de ese veneno para la taquilla en que se ha convertido Colin Farrell. Y, por último, Fargo. La más que probable triunfadora en todas las galas que se celebrarán entre este final de año de año y principios del próximo y que, ésta sí, parece no tener opiniones en contra. Aunque deberá contar con el permiso de la pkéyade de seguidores de Juego de Tronos.
Libros
2014 ha sido un año de cómics, más que de libros, pero alguno que otro ha caído. Me han gustado mucho varios cómics que ha escrito Santiago García, empezando por Fútbol: la novela gráfica, dibujada por Pablo Ríos, y acabando por Las Meninas, junto a Javier Olivares, Aunque también me gustó Beowulf, pero en este caso considero que la mayor parte del mérito le corresponde a las impactantes ilustraciones de David Rubín. Mi paisano David Aja me sorprendió con la serie Hawkeye, que, con guiones de Matt Fraction, ha ilustrado para Marvel. Aunque si hay una obra que, a mi juicio, supone una revolución dentro del mundo del tebeo ésa es The Private Eye. El proyecto de Brian K. Vaughan, Marcos Martin y Muntsa Vicente que abandera la iniciativa Panel Syndicate, a la que acaba de sumarse en este tramo final del año el ubicuo Albert Monteys. Monteys es uno de los responsables de nuestro panel syndicate patrio, Orgullo y Satisfacción. ¿Supone esto el fin del papel, otro modo de distribución y relación entre autor-lector? Iremos viendo. Lo que está claro es que cada vez existen más canales para poder acceder a contenidos y sólo falta establecer un marco en el que todos (autores, editores, lectores) salgamos ganando. Murderabilia, de Álvaro Ortiz; El quinto Beatle, la historia de Brian Epstein, de Vivek K. Tiwary, Andrew C. Robinson y Kyle Baker; Aquel verano, de Jillian y Mariko Tamaki; y La enciclopedia de la tierra temprana, de Isabel Greenberg son otros de los cómics con cuya lectura he disfrutado mucho este año. Un 2014 que supone el descubrimiento para la literatura juvenil de Holden Centeno, autor de La chica de Los Planetas y otros relatos, al que entrevistamos en septiembre, meses antes del fenómeno editorial en que se ha convertido su primera novela.
Conciertos
Cerca de una veintena de conciertos en doce meses. No es fácil elegir. Hemos disfrutado mucho del directo de Villanueva, de Vetusta Morla, Fito&Fitipaldis, Extremoduro, The New Raemon, John Parish, Bill Callahan, Xoel López, Basia Bulat, Anna Calvi… Ha sido un gran año. Ojalá el próximo no tenga nada que envidiarle.
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