No siempre las comparaciones son odiosas. En estos tiempos en los que prima la inmediatez y el efectismo vacuo, que un cineasta se digne a recuperar las señas de identidad de clásicos del cine de los años 70 y 80 es digno de elogio. Al menos lo es para todos aquellos cinéfilos que echaron los dientes con la filmografía de Francis Ford Coppola, Sidney Lumet y Martin Scorsese o que soñaron recorrer algún día aquella Nueva York que refulgía en pantalla grande. Ni que decir tiene que quien suscribe se cuenta entre esos espectadores. Sólo así se entiende que le alabe el gusto al realizador y guinosta J. C. Chandor (Morristown, Nueva Jersey, 1973) en ésta su tercera película: El año más violento (A Most Violent Year). Una anacrónica reflexión acerca de la ambición ciega que obnubila a todos esos hombres que, autoproclaman, se han hecho a sí mismos. Éste es el caso de Abel Morales, un incipiente magnate de los combustibles (un papel, en principio, destinado para Javier Bardem) que interpreta con solvencia el prometedor Oscar Isaac en este drama de atmósfera shakespiriana con innegables ecos de David Mamet y Mario Puzo. Ambientada en el Nueva York de 1981, y con la reveladora premisa que le sirve de título a la cinta, la historia se desarrolla con un ritmo pausado que emparenta con la personalidad de Morales, auténtica pieza de engranaje en torno a la cual se articulan todas las pequeñas historias que Chandor desarrolla a lo largo de los 124 minutos de metraje. Mención especial para Anna, la imprevisible esposa a quien da vida Jessica Chastain. Aquí menos encorsetada que en sus anteriores interpretaciones, aunque sin terminar de transmitir toda la fuerza y la profundidad que requiere su papel para haber elevado la película (a medio camino entre el cine negro y la crónica social) a algo más que un mero ejercicio de homenaje fílmico.
Porque más allá de las innegables referencias que Chandor se preocupa por diseminar a lo largo del metraje y de su sutil, y muy acertada, radiografía social tomando como referencia un puñado de personajes que ejemplifican la convulsa situación que se vivía a orillas del Hudson, la película no termina de explotar todo su potencial. El ejercicio de contención que Isaac realiza a lo largo de todo el metraje sólo cristaliza en la muy recordada secuencia final junto al depósito de combustible. Pero nada más. Chandor parece tan preocupado como su protagonista por huir del cliché de las películas de gángsters, lo cual acaba dejando su filme en tierra de nadie a falta del ya referido clímax. Previsible, además, que sea el personaje femenino el que se encuentra detrás de todos los giros argumentales. También resulta algo chocante la elección de un actor negro (David Olelowo) para interpretar a un cargo público, en una época en la que la comunidad afroamericana sólo ocupaba la primera plana de los periódicos de sucesos. Por el resto del reparto pululan jóvenes actores como Elyes Gabel, Ben Rosenfield y Christopher Abbott que cumplen a la perfección su cometido junto a otros más experimentados como el siempre solvente Albert Brooks. Merecen una mención expresa tanto la fotografía de Bradford Young (emulando a Gordon Willis) como la banda sonora de Alex Ebert (en especial el muy logrado leitmotiv Abel’s Theme).
A muchos les habrá sorprendido la ausencia de esta película (para el NBR, la agrupación de críticos neoyorkinos, la mejor del año) de los principales palmarés del año. Quizá tenga algo que ver el retrato que en ella se realiza de la comunidad judía y la desapasionada crítica que su director y guionista hace del capitalismo feroz. Algo que ya le reportó muchas (y muy merecidas) alabanzas con su debut en la pantalla grande, Margin Call. Esta historia de violencia soterrada que supone su tercera incursión en el cine con mayúsculas no nos ha servido para contemplar la eclosión del talento de J. C. Chandor. Aunque sí para incluir a la familia Morales dentro de ese reducido grupo que Scorsese calificaría como «una de las nuestras».
Lamentable que la distribuidora de la película en España haya aplazado sine die su estreno, previsto para el 20 de febrero de 2015.
Actualización:
El estreno en España se producirá el 19 de marzo.
Premios:
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