Constantino Martínez-Orts: «La máxima en nuestro repertorio es la calidad musical por encima de la cinematográfica»

Constantino Martínez-OrtsCharlamos con el maestro Constantino Martínez-Orts (Madrid, 1977), director musical de la Film Symphony Orchestra (FSO), que, fiel a su cita con el público pucelano, recala en el Auditorio Miguel Delibes, de Valladolid con su nuevo tour. Martínez-Orts nos desvela a lo largo de esta distendida conversación varios de los secretos que encierra el variado programa que compone esta gira 2017 de la orquesta sinfónica —de nuevo repleto de grandes nombres de la música de y para el cine— y nos deja, a modo de miguitas de pan, algunas pistas sobre los proyectos futuros de una formación especializada en atrapar la majestuosidad de las bandas sonoras, encandilando a los espectadores con su maestría. Una orquesta que no deja de cosechar éxitos allá por donde pasa desde que iniciara su andadura en Valencia en el año 2013 y que está a punto de colgar el cartel de no hay billetes para su concierto del sábado, 18 de noviembre en la sala Sinfónica del Centro Cultural Miguel Delibes.

Programa FSO Tour 2017.

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A menos de 70 entradas para el sold out en Valladolid a una semana vista, imagino que contento…

¡Oh, qué bien! No sabía… Hombre, pues sí. La verdad es que invertimos mucho tiempo, muchos recursos, en la Film Symphony y al final, como todo en la vida, cuando uno le pone empeño a las cosas y afortunadamente ve que salen bien —porque no siempre salen bien—, pues es muy gratificante. Después de preparar todo el programa del concierto, con todo lo que cuesta, el trabajo de la orquesta, el trabajo de iluminación, toda la gira, las campañas de publicidad… Ver que el público reacciona tan bien y responde tan positivamente –estamos llenando, si no en todos, sí en muchísimos sitios– bueno, la verdad es que a uno le alegra muchísimo. El proyecto funciona, es querido, el que viene, repite; y trae a más gente… Estamos muy contentos, muy felices.

Además, supongo que es un reconocimiento y un empuje bastante importante, a título personal, tú que has tenido un pequeño susto por un problema de salud el pasado mes de octubre, sentir esa cercanía y esa respuesta del público y la comprensión a la hora de tener que posponer un concierto, en lugar de cancelar…

Sí. A veces las cosas vienen como vienen. Estos sustos no están previstos. Lo cierto es que es bonito y a mí me conmovió mucho ver tantos mensajes de apoyo y de comprensión. Y no te voy a negar que estando en el hospital me emocioné. No se ha hecho público, pero cogí una meningitis y lo pasé bastante mal. Inexplicablemente, porque ni siquiera los médicos sabían de dónde venía esto. De hecho, ahora que me he curado —estoy en Valencia ahora [en el momento de la entrevista], porque tuve que venir al hospital a hacerme una revisión— me decía el médico en broma: «Te has curado y no sabemos bien de qué». Afortunadamente, para ser una meningitis fue todo de lo más leve, porque podía haber sido bastante más dramática la cosa.

En cuanto al concierto aplazado. Bueno, pues en Madrid también el Auditorio tuvo a bien darnos una nueva fecha, dentro de las posibilidades que tenía, porque es muy complicado: nosotros programamos nuestros conciertos con un año o dos años vista y claro, que pase esto, pues bueno… Nos han dado un miércoles (22 de noviembre), que no es una gran fecha, pero nos ha permitido poder aplazar el concierto —en lugar de cancelarlo— y ofrecerlo un mes después. Era muy complicado que sucediera y ha sucedido. Estamos muy contentos de poder ofrecer esta fecha y dar el concierto.

A los conciertos de Madrid del 17 (localidades agotadas) y el 22 de noviembre se suma el sábado 18 el paso de la FSO por Valladolid, dentro de una gira con fechas ya confirmadas hasta bien entrado enero de 2018.

Pues sí. Está siendo la gira más ambiciosa de todas las que hemos llevado a cabo. Esto también nos alegra muchísimo. Ver que el proyecto ha ido creciendo poco a poco. Esto empezó en Valencia con un concierto en una plaza al aire libre. Al año siguiente hicimos una gira de cinco conciertos, después una de doce; luego, 21. Ahora estamos con 35 conciertos y con miras de salir al extranjero. El proyecto va creciendo y estamos trabajando en ideas nuevas. Estamos encantados de poder ofrecer tantos conciertos. Es cansado [la orquesta actúa en dos capitales de provincia por semana], no te lo voy a negar, pero como se suele decir: sarna con gusto no pica.

La mayor sorpresa dentro del programa de la gira 2017 es la inclusión de la banda sonora de La La Land, ¿cómo surge la idea de incluirla y de qué manera ‘encaja’ dentro del repertorio más o menos habitual que maneja la FSO?

La idea surge por una parte al ver la película. Vi la película y con todas las controversias que pueda haber alrededor de La La Land me gustó mucho la música. Me gustaron las canciones. Es un musical con canciones sencillas, pero bonitas y dije: ojalá la interpretemos. Cuando la banda sonora ganó el Oscar®, con ese compromiso que tenemos de llevar desde los clásicos a lo más novedoso, fue decir: ¡caray, es que además le han dado el Oscar! ¿Cómo encaja? pues sí que es cierto que si hubiéramos incorporado alguna de las canciones cantadas hubiera sido una novedad en nuestro programa habitual —que no te digo que esto no sucederá tarde o temprano, porque el cine nos ha dejado muchas canciones que en algún momento incluiremos—, pero lo cierto es que la película nos deja un epílogo que recorre los diferentes temas del filme y en el que se incluyen fragmentos de las canciones y de los temas instrumentales. Con lo cual, nosotros interpretamos ese epílogo y es uno de los momentos más bonitos de la noche. La música ya es hermosa de por sí, pero a mí también me conmueve, porque es un momento súper emotivo y me encanta. Además, hay una combinación de temas que están muy bien hilados y encaja a la perfección. De hecho, no es el tema con el que cerramos el concierto, pero sí que está en la parte final, porque para mí es uno de los platos fuertes del programa.

Y qué casualidad que en el programa también se incluya la banda sonora de Up, compuesta por Michael Giacchino. Una película que arranca con una celebrada y emotiva elipsis con muchos paralelismos con este epílogo de La La Land.

Sí, realmente es casualidad. Que se haya dado esta circunstancia es una bonita casualidad, pero no hay intencionalidad alguna.

Pero claro, Giacchino tenía que estar en el programa como buen alumno aventajado de John Williams que es…

¡Hombre, por supuesto! Por una parte por Up, porque llevaba tiempo ya queriéndola interpretar, no solamente porque ganara el Oscar, sino porque creo que es una banda sonora con unos temas, que dices: este compositor estuvo sembrado ese día. Y además, unos temas que están muy bien hilados con la película. Y aparece por partida doble porque aunque no interpretamos ahora Star Wars al uso, ya hicimos La música de las Galaxias y el tributo a los 40 años, pero llevamos sacando a John Williams mucho… Pero, al hilo de lo que te comentaba antes: Rogue One, 2016, una banda sonora relativamente reciente, además de una nueva visión del universo Star Wars por Michael Giacchino y una música espectacular, que nada tiene que envidiar a la música de Williams. Había que incluirla.

A la hora de incluir los temas en cada repertorio de la FSO, ¿qué importa más, la calidad cinematográfica o la musical?

No, la musical, la musical. Siempre. Porque incluimos bandas sonoras… Vamos a ver, por ejemplo: a mí me gustó mucho de pequeño la película de Hook, la disfruté mucho, pero a Spielberg le valió unas cuantas críticas no muy positivas. Pero la música de Hook es impresionante. En el repertorio de la FSO hemos interpretado y vamos a interpretar música de películas que en algunos casos pueden haber pasado con más pena que gloria, pero con grandísimas bandas sonoras. Siempre la máxima es la calidad musical, desde luego.

FSOTour2017-Anuncio-Cartel

En relación con esto, y a raíz de las alabanzas que ha recibido este año con las bandas sonoras de Dunkirk y Blade Runner 2049, ¿se merece también un tributo Hans Zimmer?

Has nombrado a uno de los grandes, que no puede no aparecer en nuestros programas y que en esta gira lo hace, de hecho, por partida doble. Tocamos Pearl Harbour y como colofón, que inspira el cartel de la gira de este año, El hombre de acero. Zimmer es un compositor que nos está dando muchas sorpresas, muchas alegrías, y yo creo que está haciendo mucho bien a la música de cine. Hans Zimmer también es un personaje controvertido, denostado por unos y alabado por otros. En cualquier caso, yo creo que está abriendo una brecha en el mundo de la composición para cine y cada nueva banda sonora suya genera expectación. Es un compositor, además, muy imitado por Hollywood, pero ninguno de sus imitadores está a su altura. Zimmer es un sello de calidad, de innovación y de apuesta. He de reconocer que en sus orígenes no me gustaba mucho, cuando tuvo la época ésa del chan-chan cha-cha-chan-chan, ¿sabes? Que sonaba todo a muy ‘factoría Zimmer’… Pero al final ha sabido encontrar una muy buena línea de trabajo. Experimental, de búsqueda de nuevas sonoridades, de nuevos timbres y, sinceramente, estoy expectante siempre a ver con qué nos sorprende.

Una de las señas de identidad de los espectáculos de la FSO es, además de hacernos disfrutar en lo musical llegando incluso a transportarnos más allá de nuestras butacas, la labor didáctica que desarrollas al pasar de una composición a otra. Gracias a esto mucha gente ha conocido a un compositor a reivindicar, como es Bruce Broughton y que, tras Silverado, regresa este año con otro western: la banda sonora de Tombstone.

En este caso estamos ante una de esas películas que pasó sin pena ni gloria, que la crítica le dio algún que otro varapalo, y que tiene una banda sonora de Broughton que es sinónimo de maestría. A mí, especialmente, me gusta mucho su música y seguiremos incluyéndola. Tocamos una suite que es preciosa y bastante desconocida para el gran público. También queremos salirnos un poco y abrirnos a esas joyitas que nos regala el cine y que no todo el mundo conoce.

Esto es algo que queda patente en el programa de este año, lo bien compensado que está el repertorio con intérpretes archiconocidos (Horner, Barry, Morricone, Conti…) y otros no tanto, pero siempre con composiciones de calidad, que supongo que es un disfrute poder interpretar y, en tu caso, dirigir.

Ya te lo garantizo. Es una gozada, por ejemplo, dirigir el tema de Éxodo, de Ernest Gold; además, banda sonora ganadora del Oscar. Estamos hablando de los grandes. Sí, yo intento llevar un equilibrio. Temas que se merecen estar en nuestros conciertos por la calidad que atesoran, aunque no sean tan conocidos. Pero bueno, siempre hay sorpresitas que no he anunciado y que cuando uno ve el programa del concierto y se las encuentra dice: ¡caray! Y no hablo de bises, sino de alguna banda sonora que está en programa y que está gustando mucho este año.

Un repertorio de cine al que se suma la posibilidad de participar de manera interactiva a través de una app descargable en nuestros dispositivos móviles con la que poner a prueba nuestro oído. Pero ésta es sólo una de las muchas sorpresas que nos depara una experiencia sensorial que no conviene perderse.

Film Symphony Orchestra – Tour 2017
Sala Sinfónica del Centro Cultural Miguel Delibes, de Valladolid.
Sábado, 18 de noviembre – 19.30 horas.
Venta de localidades.

 

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