Una explosión de fuegos artificiales ribetea los últimos baquetazos antes del abrazo conjunto. El punto final a una hora frenética de la mano del cuarteto bizkaino Belako. Josu, Lore, Cris y Lander saludan a un público enfebrecido que se resiste a dejarlos marchar. Con los oídos aún zumbando resulta difícil condensar todo lo visto sobre el escenario de la Porta Caeli. Los de Mungia regresaban a Valladolid inmersos como están en la gira presentación de su tercer larga duración, ‘Render Me Numb. Trivial Violence’. Una andanada tras otra de química sintética, distorsión, baterías sísmicas, bases programadas, bajos trepidantes y gritos de guerra hechos canción. Una colección de himnos en un setlist que recorre la discografía de la banda y que el público corea por igual hasta desgañitarse, ya sea en inglés, francés o euskera. Siempre fiel a su espíritu, la formación saltaba al escenario pucelano sobrada de actitud y con una energía desbordante que les llevó a tentar el pogo en la segunda de la noche, Off Your Shoes. Demasiado pronto para unas primeras filas que todavía deberían trasegar más cerveza antes de entregarse al delirio punk.
Bastaron apenas un par de canciones más y las arengas de Josu para que el ambiente, ahora sí, se caldease de lo lindo. Con Fire Alarm el guitarrista abandonaba el escenario como de costumbre y aprovechaba para saludar a un grupo de amigos confundiéndose entre el público. Mientras, Lore —luciendo camiseta de Arya Stark— y Cris quemaban zapatilla sobre las tablas al tiempo que el público se sumaba a la fiesta. Un contundente repertorio que intercala temas de su trabajo más reciente con clásicos del grupo. Resulta curioso hablar de clásicos cuando nos referimos a una formación que despuntaba hace apenas un lustro, pero sin los que hoy en día sería imposible entender el panorama musical patrio. Descargas como Mum, Track sei y Zaldi baltza así lo confirman. No lo decimos nosotros, basta con escuchar a esos centenares de gargantas sedientas de emociones fuertes que jalean al cuarteto. Rabia contenida que explota en una lisérgica comunión. Miradas cómplices, risas y un subidón de endorfinas para alejarnos de las miserias de cada día.
La cuesta abajo llegó en forma de otros tres trallazos incontestables que el grupo se guardó para los bises. Ni rastro de Sinnerman. En su lugar más oscuridad y riffs que fomentan el headbanging (Hegodun Baleak) para convertir el escenario definitivamente en un caos controlado por el que los músicos deambulan jugueteando con sus canciones. Tirados en el suelo, mientras Lander provoca terremotos con sus manos y en la pedalera zumba la pirotecnia. Abajo, el amago de mosh acaba transmutado en un mar de teléfonos móviles que tratan de no perder detalle. Un fotógrafo se encarama a un monitor queriendo congelar el tiempo. Rebobinar y volver al principio. Olvidarnos de todo y de todos. Entregarnos al mero placer del trance tratando de que nuestro desbocado corazón no nos mate de un latido.
Galería fotográfica en flickr.
Setlist:
Maskenfreiheit.
Off Your Shoes.
Something to Adore (Arinau).
Nomad.
Fire Alarm.
Mum.
Track Sei.
Over the Edge.
Nice Church.
Render Me Numb.
Lungs.
Zaldi Baltza.
Eat Me!
Bises:
Hegodun Baleak.
Sea of Confusion.
Haunted House.
mantaypeli 
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