Mare of Easttown

Mare of Easttown
★★★★★

A estas alturas, es bastante probable que hayas oído hablar de la serie Mare of Easttown o, incluso, que la hayas visto. Es, sin duda, una de las mejores series de 2021 (si me apuras, yo te diría que LA mejor), y casi seguro que el año que viene se llevará algún premio (Kate Winslet se los merece todos). Y con razón. Pero si no tienes ni idea de qué te estoy hablando (o todavía tienes dudas sobre si verla o no), te cuento: Mare of Easttown es una miniserie de siete capítulos emitida por HBO y protagonizada por Kate Winslet. Cada episodio dura más o menos una hora y se pasan en un suspiro (ojalá cada uno durase más, porque vaya maravilla). Es extraordinaria, como resumen de mi valoración. La trama gira en torno a Mare, una policía de Easttown, un pequeño pueblo del condado de Chester (Pensilvania), donde todos se conocen, que tiene que investigar el asesinato de una chica. Pronto, todos sus habitantes pasan a ser sospechosos.

(En ese sentido, la trama recuerda a Broadchurch, otra buenísima serie protagonizada por Olivia Colman y David Tennant y que recomiendo a todo el mundo).


Pero Mare of Easttown no es solo la investigación y descubrir al asesino, no. Mare of Easttown es como su propio titulo indica… Mare. Su vida, su familia, sus amigos, las relaciones y dinámicas con cada personaje, sus problemas de salud mental… Porque, sí, la serie también habla de depresión, de duelo, de suicidio. También de drogas, de perdón, de miedo. Y lo hace de una manera dura pero también cercana y real. El mensaje de sororidad y el feminismo ‘por necesidad’ que exuda constantemente ojalá sirva para despertar conciencias de una vez. Porque este descarnado retrato del fin del Sueño Americano y la otra pandemia, la de los opiáceos en EEUU con las funestas consecuencias asociadas: desempleo, soledad, incomunicación… cobran un peso casi tan importante como desentrañar todos los aspectos que deja al descubierto la investigación policial.
La actuación de Kate Winslet es increíble y natural: yo a veces tenía la sensación de que estaba espiando por un agujerito a una mujer cualquiera. Detalles como la ropa que utiliza, su aspecto físico en general, la forma de expresarse y comportarse o algo tan sencillo como verla en casa comiendo una bolsa de patatas fritas… hacen que sea muy fácil reconocerse en ella, conectar, ver a una persona y no a un personaje.
Esa naturalidad en Mare y en la interpretación de Winslet tiñe toda la serie y llega a más personajes, como el de su madre, Helen (Jean Smart), a quien en la mayoría de escenas vemos jugando con el iPad, comiendo y bebiendo, diciendo las cosas claras, y quien, además, da un respiro cómico entre tanta oscuridad. La manera de mostrar la orientación sexual de la hija de Mare, Siobhan (Angourie Rice), también es muy natural y acertada, de aplaudir: desde el primer capítulo vemos su relación con otras chicas, sin hacer dramas por ello, ni darle importancia.


Mare of Easttown tiene un montón de aciertos, pero uno de mis preferidos es el personaje de Colin Zabel (Evan Peters). La interpretación de Peters y su personaje son un soplo de aire en una trama que a veces asfixia por su crudeza y realismo. El tándem que forma con Kate Winslet es de lo mejor de la serie, ¿quién podría habérselo imaginado?
Si eres consumidor habitual de este tipo de historias (ya sea por otras series, o películas y libros), quizá te ocurra como a mí y creas adivinar quién es el asesino en el primer capítulo. Yo incluso llegué a decepcionarme cuando la trama avanzaba y me ‘confirmaba’ lo que sospechaba. Solo que no. La serie juega bien sus cartas de principio a fin. De todas formas, en el final de Mare of Easttown no importa tanto quién es el asesino (aunque quieras saberlo desde el principio), sino, como leí en Twitter, «las relaciones entre los personajes, las heridas que quedan y el perdón». Al final, todo se reduce a una historia tan antigua como la de la propia humanidad: nos habla de compromiso. De vínculo. De madres e hijas. De padres e hijos. Del machismo enquistado que todo lo pudre y de la necesidad de superar el duelo y seguir adelante. Para mí, tiene el broche perfecto para una serie, de por sí, redonda.

Puntuación: 5 de 5.

Publicado por Cintia Fernández

Leo, escribo, corrijo. Y vuelta a empezar.

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