A la vuelta de la esquina

In den Gängen

In den GängenJaque mate a la clase media. Disfrazada de historia de amor imposible entre reponedores de un supermercado, A la vuelta de la esquina (desconcertante título en castellano del original In den Gängen, En los pasillos) es un irregular drama del autor alemán Thomas Stuber, que busca dinamitar desde la presunta locomotora de Europa el actual sistema consumista. Concebida como un tríptico, la figura del narrador —y voz en off— recae sobre Christian Gruvert (Franz Rogowski) el recién llegado al super, un joven parco en palabras que tratará de hacerse un hueco en plantilla. No queda muy claro, pese a los 125 minutos de innecesaria duración de la cinta, si Christian padece algún tipo de discapacidad intelectual, pero la manera en que se nos presenta su personaje nos hace pensar que hay algo de inadaptado en él. y no nos referimos a su pasado, definido toscamente con el tópico de los tatuajes.

Por extraño que resulte, esta pacatería de Christian parece adoptarla Stuber tras la cámara, convirtiendo la narración en deliberadamente enigmática y monótona durante la primera hora de filme. Más allá de la anécdota musical con que arranca, que nos podría sugerir la intención poética del relato, a medida que avanza el metraje la cinta abandona el tono social (precariedad, consumismo, soledad) para contarnos una presunta historia de amor. Aquí es donde la mirada del director se detiene en Marion (Sandra Hüller, la hija de Toni Erdmann).

Por desgracia, todo está narrado de forma tan desapasionada como los reponedores hacen su trabajo. Con un mecanicismo formal que aleja al espectador de la historia. La atención sólo se mantiene en el último acto gracias a los breves fogonazos de Bruno (Peter Kurth), el verdadero protagonista del filme. Su historia es la de millones de personas que engrosaron (engrosamos) esa clase media occidental que soñaba con un futuro mejor tanto para sí mismos como para sus familias. Alejados de las penurias del mundo rural y atraídos como inadvertidas polillas por las luces cegadoras de las urbes. El resultado final no depara sorpresa alguna. Historia mil veces vista, extraída de uno de los pasajes del libro Die Nacht, die Lichter (La noche, las luces), del escritor Clemens Meyer. Coautor del guion y que realiza un breve cameo como esposo de Marion.

La película se proyectó a mediodía en el teatro Calderón en la sexta jornada de la 63ª Seminci. Muy mejorables los subtítulos en castellano del filme, al que precedió el ramplón cortometraje Biciklisti, del croata Veljko Popović.